Los primeros pobladores de la Colonia se radicaron antes de 1900 y fue el primero Don Ventura Solís, que lo hizo en el año 1897. Llegaron después:, David Orellana , Patricio Noriega, Sixto Gérez, Eduardo Colihueque y otros. Todos ellos lo hicieron en calidad de pastores,pues la abundancia de pastos les facilitaba la entonces incipiente industria ganadera. Con este contingente de pobladores arribaron Don Juan Bonansea y Don Vicente Calderón, dos Argentinos que defendieron con pasión el patrimonio nacional amenazado por la codicia de una poderosa compañía extranjera. Esos pobladores son los ascendientes de la mayoría de los argentinos que hoy habitan estos suelos, los que sumados a las familias y descendientes de dichas familias llegadas con posterioridad, forman el 70% de la población, discriminándose el resto en 20 % de nacionalidad chilena y el 10 % de nacionalidades varias. Estando radicado ya en Cholila Don Ventura Solís sirve de guía en las expediciones de límites que realizara el Perito Moreno. En 1904 se funda la primera escuela y en el mismo año la primera institución policial. El Telégrafo llega en el año 1931.
Dominado por el cerro Tres Picos (2525m), que se puede observar hacia el norte, Cholila es el escenario ideal para las actividades de aventura.La pesca es una de las actividades de mayor atracción, sobre todo porque el lago Cholila, el río Carrileufú, el río Pedregoso, el río Tigre y los lagos Lezama, Rivadavia y Pellegrini (o Mosquito), permiten, bajo las condiciones de los reglamentos de pesca del Chubut, desarrollar esta actividad en inmejorables condiciones, disponiendo de servicios, alojamientos y guías de primer nivel. También la navegación de los cursos de agua con canoas y kayaks es una alternativa importante que permite surcar aguas que van desde el turquesa pálido hasta el azul profundo. Sin olvidar el trekking para acceder a los picos cercanos, la cabalgata es también una posibilidad interesante para recorrer senderos cortos por los cañadones del valle. Y uno de los platos fuertes, saborear las fantasías tejidas alrededor del asentamiento, a principios del siglo XX, de Butch Cassidy y parte de su banda en el valle el Blanco, pudiendo visitarse la vieja casa donde habitaron, enmascarados con respetables nombres de la época, escapando de la ley.
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